Japón, también conocido como Tierra del Sol Naciente, es un estado compuesto por seis mil ochocientas cincuenta y dos islas y cuenta con una población de ciento veintiséis millones novecientos veintiséis mil habitantes, o dicho de otro modo, unos trescientos treinta y seis habitantes por kilómetro cuadrado. Sin duda, cifras que pueden marear a cualquiera. Sin embargo, y a pesar de su increíble densidad de población (prueba de ello es el área metropolitana de Tokio, con treinta millones de habitantes) Japón cuenta con una riqueza cultural que se expande a lo largo del territorio y que es objeto de deseo para todos aquellos turistas y viajeros que visitan el país nipón.
Uno de esos lugares es la ciudad de Kioto, en la parte central de la isla de Honshu, es posible visitar lugares como el santuario de Fushimi Inari Taisha, principal santuario del Dios Inari; el templo budista de Kinkakuji; el templo de Sanjusangendo, considerado tesoro nacional; el templo budista de Kiyomizu-dera, Patrimonio de la Humanidad; o el distrito de Arashiyama, en el cual es posible disfrutar de lugares tan espectaculares como la arboleda de bambú de Arashiyama o el Okochi-Sanso Villa, uno de los puntos más altos de Kioto y con mejores vistas de la ciudad.
No muy lejos de allí, en la ciudad de Nara, dentro de la prefectura con mismo nombre, se puede disfrutar del templo budista de Todaiji. La sala principal de Todaiji, el Daibutsuden (Salón del Gran Buddha) es el edificio de madera más grande del mundo, un tercio menor del tamaño de la sala original del templo, tras su actual reconstrucción en 1692. En su interior podemos visitar la estatua de Buda más grande de Japón fabricada en bronce.
En Tokio, imposible pasar de largo por los distritos de Asakusa, Harajuku y Akihabara. El primero, por sus famosos templos y festivales y los dos últimos por su increíble oferta de ocio y comercio.
Sin alejarnos demasiado de Tokio, es posible disfrutar de uno de los símbolos de Japón, el Monte Fuji. Existen varias formas de llegar hasta su base como son el tren o el autobús, pero una de las combinaciones más atractivas para disfrutar de la vista de esta montaña de especial simetría es realizando el trayecto de Kioto a Tokio en el Shinkansen, tren de alta velocidad o “tren bala”.
Al sur del archipiélago, de obligatoria visita por su importante interés histórico, encontramos la ciudad de Hirosima, en la prefectura de Hirosima. Es considerada la primera ciudad objetivo de un arma nuclear, al final de la Segunda Guerra Mundial. En ella podemos visitar el Museo para la Memoria de la Paz de Hiroshima. También es posible visitar, en el Mar Interior de Seto, la Isla de Miyajima, también conocida como Isla de los Dioses. Uno de los lugares más paisajísticos de Japón y considerada Patrimonio de la Humanidad.
Como podéis ver, esta entrada es un pequeño ejemplo de los tantísimos lugares mágicos que visitar en Japón, tanto los que aparecen escritos arriba como los que se han quedado sin nombrar. Japón es, sin lugar a dudas, un destino que te dejará con la boca abierta.
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