Si hasta ahora no te había viajar a Laos, te aseguro que después de conocer un poco más sobre este país no te faltarán motivos para visitarlo. Empezando por su naturaleza salvaje y virgen, la pacífica armonía que el Budismo imprime en cada uno de sus rincones, la arquitectura milenaria y una gastronomía deliciosa, son solo algunas de las razones para ir.

Tres motivos por los que visitar Laos

Laos es muy rústica y llena de naturaleza virgen.

Si quieres disfrutar de la naturaleza en estado puro, es obligatorio viajar a Laos. Aquí podrás ver cascadas de incomparable belleza, o alojarte en medio de la selva para sentir la profundidad y grandeza de sus bosques.

Vista aérea de un pueblo sobre la ladera de una montaña entre naturaleza

El sentido de la aventura.

Viajar a Laos es toda una aventura, viajarás en autobuses de la era soviética, comprobarás que cargar una página web te llevará unos 15 minutos, y que cada cierto tiempo habrá cortes de electricidad si estás lejos de la ciudad. Es un alejamiento total de la acelerada vida de occidente, tendrás que aprender a disfrutar del nuevo ritmo, relajarte y dejarte llevar.

La ciudad de Luang Prabang.

Esta ciudad, patrimonio mundial de la UNESCO es, probablemente, lo más destacado de Laos; y es el lugar donde muchos viajeros terminan quedándose por más tiempo. Ver monjes budistas envueltos en sus túnicas naranja andando por las calles, o contemplar la puesta de sol sobre el Mekong desde un templo en las colinas; son solo algunas de las cosas por las que este lugar te cautivará. Pero además de esas 3 razones, hay un sinfín de motivos más que te harán viajar a este país asiático. Por ejemplo, ver una de las cascadas más bonitas en Asia, en concreto la cascada Kuang, que está cerca de Luang Prabang: es una experiencia única. Esta cascada cae en diferentes niveles, formando piscinas de un azul intenso donde puedes nadar o simplemente relajarte.

Otras cosas interesantes que puedes hacer es un curso de cocina y aprender a elaborar alguno de sus muchos exquisitos platos. O, si quieres tener un poco más de aventura, puedes alojarte en una cabaña construida sobre un árbol dentro del proyecto de conservación de los gibones, y verlos en su hábitat natural. Así que no lo dudes, pídenos información y te asesoramos.