Qué ver al viajar a Camboya

El Reino de Camboya, este país situado en el Sudeste Asiático, te ofrece muchas cosas para ver. Cuando preparas el viaje y te planteas qué ver en Camboya, seguro que lo primero que te viene a la cabeza son los templos de Angkor Wat. Sin duda, si se puede, viajar a Camboya es una actividad  obligada.

Lo más destacado de Camboya

Buda con una bufanda en un templo en Camboya. Viajar a Camboya.Empezando por su capital, Phnom Penh, aquí encontrarás cientos de pagodas escondidas en cada calle. Tienes que ver el Palacio Real y la Silver Pagoda, también hazle un hueco al Wat Ounalom, el templo que funciona como museo. También te recomendamos un paseo por Sisowath Quay, el antiguo muelle que discurre a la orilla el río  conecta la ciudad.

Yendo hacia las afueras encontraremos los campos de la muerte, donde la visita al Museo del Genocidio de Tuol Sleng, nos dará una idea del régimen de terror que ejercieron los Jemeres Rojos. De visita obligada es el Parque Arqueológico de Angkor, declarado Patrimonio de la Humanidad. Además de ser el lugar donde se rodó Tomb Raider, este complejo de templos requiere un mínimo de 3 días para poder verlo y saborearlo. La ciudad donde se encuentra Ankor Wat, es Siem Reap, está llena de curiosidades y turistas. Aquí te recomiendo acercarte al templo budista Wat Bo a relajarte en el silencio, para retomar fuerzas y visitar el pueblo flotante de Tonle Sap.

Buscando zona de playas, lo más destacado de Camboya es Sihanoukville, que consta de seis maravillosas playas de arena fina imposibles de perder al viajar a Camboya. En Sihanoukville puedes pasar el día en la playa de Otres, más tranquila y alejada de la masificación turística. Siguiendo con playas paradisíacas, tienes que ver Koh Rong. Esta isla desierta sólo tiene acceso mediante un pequeño ferry, y te ofrece alrededor de veintitrés playas. Una vez elegida la playa de tus sueños, puedes practicar esnórquel, buceo, nadar, pasear o tumbarte al Sol. Camboya aún conserva la paz y tranquilidad del espíritu Asiático, por lo que es un destino a visitar antes de que se masifique de turismo y pierda el encanto.

Qué ver en Japón

Delimitar lo que ver en tu primer viaje a Japón es una tarea un poco complicada. Japón te ofrece tantas cosas que ver y hacer, que no es fácil hacer una lista de lo más importante. Este país puede sorprenderte en cada esquina, por lo que es importante hablar sobre qué ver en Japón en una primera visita.

Lo imprescindible para ver en tu viaje a Japón

Si vas a viajar a Japón, no puedes dejar de visitar el Santuario Itsukushima, situado en la Isla de Miyajima, una de las zonas más bellas de todo Japón a nivel de paisaje. Hablando de paisaje, no se puede dejar pasar la oportunidad de ver el Monte Fuji antes de morir, y si dispones de tiempo, es aconsejable llegar hasta la cima para ver la puesta, o salida, del Sol.

Una gran estatua de Buda sentada encima de un muro de piedra en el templo Kotoku-in, JapónOtro imprescindible de Japón es el Gran Buda de Kamakura. Esta estatua de Buda de casi 14 metros, está en el templo Kotoku-in, y no nos cabe duda de que te impresionará su tamaño y majestuosidad. Siguiendo con la línea de la paz del budismo, no dejes de visitar los Jardines Kenrokuen en Kanazawa. El nombre de Kenrokuen significa “jardín de las seis cosas sublimes”. Sobran las palabras para explicarte su belleza.

Dirigiéndonos hacia Kioto encontramos el Santuario Fushimi Inari, algo imprescindible de ver cuyas vistas te dejarán sin aliento. Siguiendo en Kioto, el bosque de Bambú de Arashiyama, y el templo Kiyomizudera son de obligada visita, así como el templo Knkankuji.

Ya en Tokio, es aconsejable una vuelta por la Lonja de Pescado de Tsukiji temprano en la mañana. Después, puedes acercarte a los jardines Hama-rikyu. Tienes que visitar Shinjuku y acceder a uno de los miradores gratuitos. En Asakusa, visita el templo Senso-ji, el más antiguo de Tokio, y aprovecha para pasear por las calles aledañas. Dedica una mañana al parque Yoyogi y al santuario Meiji. Otra cosa que has de ver en Kioto, son las calles de Akihabara, Ginza y Shibuya; donde encontrarás las tiendas más originales y típicas de Tokio.

 

Éste no es más que un pequeño resumen de todo lo que puedes ver tanto en Tokio como en Japón. Sin duda, Japón te atrapará con sus miles de curiosidades y contrastes, y decidirás volver, pues siempre quedarán cosas por ver y tendrás ganas de volver a visitar tus lugares favoritos.

India: historia y curiosidades a la hora de viajar

Hablar de India es hablar de Historia con mayúsculas, y también hablar de curiosidades. Ningún otro país en el mundo despierta tanta pasión como India. Y ningún otro país deja en sus visitantes una huella tan tangible y reveladora. India te pone a prueba con sus miles de contrastes, o la amas o no la toleras, pero seguro no te será indiferente. Viajar a India es, sin duda, una gran experiencia.

Datos curiosos que necesitas saber sobre India

La India, el segundo país más poblado del planeta, cuenta con una historia única y milenaria. Su historia se remonta a una fecha tan remota como el año 6000 a.c. En el Ramayana y el Mahabharata, se recogen los principios espirituales del hinduismo, la religión por excelencia de la India. Pero lejos de ser una religión en el sentido occidental de la palabra, el hinduismo es una forma estar en el mundo y de entender la vida. Este marcado carácter ritualista y espiritual de la cultura hindú ha hecho de este país un destino que atrae a buscadores de todo el mundo.Tres mujeres realizando danza tradicional india. Viajar a India.

Sus miles de escuelas de yoga y meditación, así como la enseñanza de los Vedas,  y el Ayurveda, atraen cada año a millones de curiosos. Esta incesante marea de turística, espiritual o no, ha hecho de India una fuente de oportunidades para los más listos.

Por lo que ahora hablaremos de datos curiosos para foráneos. Debido a las desigualdades sociales, el turismo se ha convertido en una fuente de ingresos para muchos.  Si vas a India, vigila bien los precios, tratarán de timarte en cada ocasión. Si decides viajar en tren, apresúrate, son miles las personas que van a subir de golpe y tendrás que buscar tu hueco. Acostúmbrate a ver vacas, perros y monos por las calles, es normal. También tendrás que tolerar el ruido de las bocinas y el caos del tráfico en los centros urbanos. Otra curiosidad es que los Indios te observarán sin disimulo, así que no te ofendas.

El contraste de este país con nuestra cultura occidental puede llegar a ser brutal, pero no por ello está exento de encanto, magia y una indescriptible belleza. Sin duda, viajar a la India es una experiencia vital.

Vietnam: historia y curiosidades

Vietnam es un país con más de 2.700 años de historia. Dominado principalmente por las dinastías chinas, fue posteriormente colonizado por Francia. Sufrió la cruenta Guerra de Vietnam capitaneada por intereses de Estados Unidos frente a Rusia. Hasta llegar al día de hoy, convertida en una República Socialista Parlamentaria. Descubramos juntos algunas de las curiosidades que se deben conocer antes de viajar a La Perla del Sudeste Asiático.

Lo que has de saber sobre Vietnam

Vietnam es el octavo país más poblado de Asia, cuenta con unos 90 millones de habitantes. En la actualidad el gobierno lo ejerce el Partido Comunista de Vietnam. Su capital, Hanoi, es la segunda ciudad más grande de país, después de Ho Chi Minh. La religión predominante es el Budismo, aunque casi tres millones de vietnamitas profesan una religión llamada Cao Dai, que es una mezcla entre budismo, hinduismo, confucianismo, taoísmo y cristianismo.

 

gente caminando en el puente durante el díaAdemás de su pasado y su historia, Vietnam te puede sorprender con muchas curiosidades. Por ejemplo, el caos en la circulación del tráfico; ante un cruce no hay normas. Todos pasan al mismo tiempo en un sálvese quien pueda. Otra curiosidad es el clima. Mientras que en el Sur sólo hay dos estaciones, la seca y la lluviosa, en el Norte de Vietnam encontrarás las cuatro estaciones bien diferenciadas. De igual forma, los acentos de la lengua difieren muchísimo de una zona a otra.

 

Existe un río conocido como el Río Perfume, su nombre es Song Huong. Y recibe este nombre debido al aroma de las innumerables flores de loto que crecen en la zona. La zona antigua de Hanoi, la capital, está dividida en 36 calles. Cada calle tiene el nombre de un oficio, por ejemplo: la calle del bronce, la calle de la seda, etc. Esta distribución se hizo en el siglo XIII, llevada a cabo por los diversos gremios de la ciudad.

 

El plato típico de Vietnam es el Pho, que es una sopa de fideos de arroz con verduras, y/o carne. Esta sopa se come tanto para el desayuno, la comida o la cena. Así que más vale que te guste, porque no te la quitarás de encima en todo el viaje.

 

Vietnam, con toda su historia y su gente, te envolverá en un caos ordenado, en el que querrás quedarte a vivir.

Viaje a la mágica ciudad de Estambul

Adéntrese en lo más profundo de la Ciudad de los Sultanes

Me encuentro caminando a orillas del Bósforo, esquivando transeúntes y pescadores que se amontonan a lo largo del Puente de Galata. Mi intención es llegar hasta el barrio de Karaköy y alcanzar varios cientos de metros colina arriba la famosa Torre de Galata. Todo esto solo puede significar una cosa: me encuentro de viaje en la maravillosa y mágica ciudad de Estambul. La diminuta descripción que he hecho para abrir esta entrada no es más que un pequeño tentempié de lo que nos ofrece esta magnífica urbe. Estambul, con alrededor de catorce millones de habitantes, cautiva por su belleza y riqueza cultural. Cada rincón de la ciudad guarda secretos por descubrir y experiencias inolvidables por vivir.

 

En la parte más histórica y turística de la ciudad, destacan la Basílica de Santa Sofía y la Mezquita del Sultán Ahmed. Comencemos por el Gran Bazar, punto de partida en la parte europea de Estambul. Al salir, caminamos por las calles de la ciudad antigua hasta llegar a la Cisterna Basílica. Esta estructura subterránea del periodo bizantino abasteció a la ciudad durante siglos. Es una visita obligada, en mi opinión.

 

Mezquita del Sultán Ahmed, edificio de cúpula de hormigón marrón y azul, visitable en tu viaje a Estambul

Un poco más adelante, a unos cien metros, encontramos Santa Sofía. Inicialmente fue una iglesia ortodoxa, luego una mezquita y ahora un museo. Es un templo increíble de gran belleza. Frente a él, se alza otro coloso, la Mezquita del Sultán Ahmed, en el extremo opuesto de la plaza. Sin movernos, rodeando Santa Sofía, llegamos a una de las puertas que conducen a los jardines del Palacio de Topkapi. Este antiguo palacio real es ahora un museo que alberga tesoros árabes invaluables.

 

En nuestro particular viaje por el centro histórico de la antigua Constantinopla, encontramos el Bazar de las Especias, un lugar abarrotado de gente y lleno de colorido que no debes perderte. Muy cerca de allí, llegamos a las orillas del Bósforo, estrecho que separa literalmente Europa de Asia. El ferry que transporta de una orilla a otra a miles de personas a diario o los diversos cruceros que operan cada día para mostrar la belleza del canal son otras de las experiencias que hay que vivir. Al otro lado, caminando un poco por el barrio de Üsküdar podemos apreciar el día a día y trasiego de sus habitantes y comercios y la belleza de sus calles.

 

Desde el lado occidental, como he explicado anteriormente, cruzamos el puente de Galata, y después de subir a lo alto de la torre y contemplar las increíbles vistas que ofrece, nos dirigimos hacia la avenida Istiklal, una avenida de unos tres kilómetros de largo. En ella encontramos todo tipo de comercios, zonas de ocio, bares,… y una ingente cantidad de gente caminando en ambas direcciones. Probablemente la avenida peatonal más concurrida de Estambul. Al final de ésta, llegamos a la Plaza Taksim, lugar también muy transitado por locales y turistas, con gran actividad social y comercial y donde se encuentra el Monumento a la República, monumento que conmemora la proclamación de la República de Turquía.

 

Todos los lugares y monumentos que he nombrado arriba son sólo una parte de lo que podemos apreciar en Estambul. Pero para realmente poder disfrutar de una de las ciudades más bonitas del mundo, que mejor manera de hacerlo que experimentar esa sensación viajando hasta dicho lugar.

Japón, Tierra del Sol Naciente

Somos conscientes de que viajar a Japón es el sueño de una gran variedad de turistas. Tanto si buscas deleitarte con sus destinos culturales, con su exquisita gastronomía o con sus variados paisajes naturales, el país Nipón te proporcionará lo que buscas y mucho más. Cada rincón del país del sol naciente ofrece una experiencia única, y es ideal para embarcarse en una aventura para contemplar su majestuosidad. Además, la amabilidad y hospitalidad de su gente te harán sentir como en casa. Sumérgete en la rica cultura japonesa, desde las geishas en el barrio de Gion hasta los samuráis en los castillos históricos.

 

Uno de esos lugares es la ciudad de Kioto, en la parte central de la isla de Honshu, es posible visitar lugares como el santuario de Fushimi Inari Taisha, principal santuario del Dios Inari; el templo budista de Kinkakuji; el templo de Sanjusangendo, considerado tesoro nacional; el templo budista de Kiyomizu-dera, Patrimonio de la Humanidad; o el distrito de Arashiyama, en el cual es posible disfrutar de lugares tan espectaculares como la arboleda de bambú de Arashiyama o el Okochi-Sanso Villa, uno de los puntos más altos de Kioto y con mejores vistas de la ciudad.

No muy lejos de allí, en la ciudad de Nara, se puede disfrutar del templo budista de Todaiji. La sala principal de Todaiji, el Daibutsuden (Salón del Gran Buddha) es el edificio de madera más grande del mundo. En su interior podemos visitar la estatua de Buda más grande de Japón fabricada en bronce.

Pasillo rodeado de arcos cuadriculados de madera, decorados con Kanji, en el Santuario de Fushimi Inari Taisha, viajar a Japón Linterna japonesa iluminando una calle urbana en Japón, viajar a japón

 

En Tokio, imposible pasar de largo por los distritos de Asakusa, Harajuku y Akihabara. El primero, por sus famosos templos y festivales y los dos últimos por su increíble oferta de ocio y comercio. Sin alejarnos demasiado de Tokio, es posible disfrutar de uno de los símbolos de Japón, el Monte Fuji. Existen varias formas de llegar hasta su base como son el tren o el autobús, pero una de las combinaciones más atractivas para disfrutar de la vista de esta montaña de especial simetría es realizando el trayecto de Kioto a Tokio en el Shinkansen, tren de alta velocidad o “tren bala”.

Al sur del archipiélago, de obligatoria visita por su importante interés histórico, encontramos la ciudad de Hirosima, en la prefectura de Hirosima. En ella podemos visitar el Museo para la Memoria de la Paz de Hiroshima. También es posible visitar, en el Mar Interior de Seto, la Isla de Miyajima, también conocida como Isla de los Dioses, uno de los lugares más paisajísticos de Japón y considerada Patrimonio de la Humanidad.

Los Templos de Angkor

El Templo Angkor Wat

El sudeste asiático, ese gran desconocido para muchos de nosotros pero con miles de secretos por descubrir. Entre las grandes joyas podemos encontrar el Templo de Angkor Wat, situado en el asentamiento de Angkor, junto a otros muchos templos hinduistas del Imperio Khmer. Es importante conocer su historia antes de realizar tu viaje a Camboya.

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Uno de los monumentos más visitados de Camboya

Desde su fundación, el Imperio Khmer creció gracias a la gestión agua del territorio, proveniente principalmente de los monzones. Se construyó una gran red de embalses y canales que servían para abastecer los cultivos, las personas y los animales.

Según los historiadores, la red llegó a superar los 1.000 km, lo que posiblemente, la convierte en la mayor obra de ingeniería de la época. Sin embargo estos grandes avances en ingeniería, paradójicamente supusieron tanto el crecimiento y hegemonía del Imperio Jemer, como también el colapso y desaparición del mismo. El imperio Jemer fue próspero durante más de 600 años, su población creció muy rápido y tuvo una hegemonía en la región desde el S. IX hasta el S. XVI.

La ciudad Angkor llegó a tener cerca de un millón de habitantes y una extensión similar al área metropolitana de Nueva York. Hoy en día supone uno de los conjuntos de ruinas históricas que despierta mayor curiosidad a los historiadores.

Al contrario que en otras religiones, los templos servían de morada para los dioses, no como espacios donde los fieles podían profesar su fe. Es por ello por lo que a las salas centrales solo se le permitía el acceso a la élite religiosa y política. Este hecho hace que la parte más ostentosa la podamos encontrar en la parte exterior de los mismos, siendo las zonas más sagradas, las más austeras y sencillas. Otros de los fines de estos impresionantes templos era servir de sepultura para los diferentes reyes.

Su crecimiento se basó en el control del agua y los recursos hídricos, así como en la agricultura para abastecer a la población. Su gran crecimiento demográfico obligó a la ciudad más importante del imperio Jemer a aumentar sus territorios de cultivo, por lo que se talaron miles de árboles en favor de la agricultura.

Esto supuso que la masa forestal, encargada de retener las grandes cantidades de agua en época de monzón fuese cada vez más escasa. La casi desaparición de la masa arbórea en el valle de Angkor desestabilizó el ciclo de lluvias. Las estaciones secas, cada vez eran más drásticas, con precipitaciones prácticamente nulas. Durante la época de lluvias, el monzón cada vez descargaba con más fuerza, lo que ligado a la falta de vegetación hacía que la tierra fuera cada vez menos fértil y mucho más árida. Esto supuso que en muy pocas décadas la tierra ya no fuera fértil para la agricultura y las lluvias torrenciales, los desbordamientos de los canales e inundaciones se volvieron más constantes e imposibilitarán el desarrollo de la ciudad.

Con la ciudad más importante del imperio colapsada, el Imperio Jemer, tenía los días contados.

Lo que permitió a este imperio nacer y crecer hasta convertirse en el Imperio más importante de su época y territorio, fue, paradójicamente, también su verdugo.

Tras su abandono a finales del S. XVI, hoy en día Angkor está prácticamente sepultada por la propia selva, a excepción del tempo de Angkor Wat que ha sobrevivido al paso del tiempo y se ha convertido en el único templo habitado, de lo que fue una de las ciudades más importantes del siglo XVI. En la actualidad se ha convertido en una visita obligatoria para todo turista que viaje a Camboya, el mismo permanece habitado por monjes budistas.