India es un país que se vive con el alma. Desde la majestuosidad del Taj Mahal en Agra, hasta la espiritualidad del Ganges en Varanasi, cada rincón está impregnado de historia, cultura y emociones. El Rajastán deslumbra con sus palacios, mientras que el sur, con Kerala y sus backwaters, ofrece una India más pausada y relajada. Un destino que deja huella en el corazón de quienes lo visitan.